1. Si tengo una discrepancia menor con un amigo personal o con mi cónyuge, más del
estilo “No, te toca a ti lavar los platos”, que “¡Me has engañado!”, el mal humor por
regla general me dura horas o más.
|
|
2. Si otro conductor utiliza el arcén para adelantar a una larga cola de coches que
aguardan su turno para pasar e incorporarse al carril de la autopista, lo más probable es
que sacuda la cabeza y no que esté furioso mucho tiempo.
|
|
3. Cuando he sentido un dolor profundo, como la muerte de alguien allegado, eso ha
afectado durante meses mi capacidad de funcionar.
|
|
4. Si cometo un error, falta o equivocación en el trabajo y me reprenden por ello, le
quito importancia y lo considero una manera de aprender.
|
|
5. Si pruebo un nuevo restaurante y la comida me parece horrible y el servicio se da
demasiado tono, eso me estropea la velada.
|
|
6. Si me encuentro en un atasco de tráfico causado por un accidente que se ha producido
más adelante, cuando dejo atrás el embotellamiento en general piso a fondo el
acelerador para desahogar mi frustración, pero sigo furioso por dentro.
|
|
7. Si se estropea el calentador del agua en casa, no afecta mucho a mi estado de ánimo,
porque sé que puedo llamar al fontanero y solucionar el problema.
|
|
8. Si conozco a una mujer (o a un hombre) que considero maravilloso y le pregunto si le
gustaría que nos volviéramos a ver, cuando me dicen que no suelo ponerme de mal
humor durante horas e incluso días.
|
|
9. Si me están considerando para un galardón profesional o un ascenso y acaban
concediéndoselo a alguien que considero menos cualificado, el enojo en general se me
pasa pronto.
|
|
10. En una fiesta, si estoy conversando con un extraño que me parece interesante y me
quedo mudo cuando esa persona me pregunta cosas sobre mí, tiendo a repetir la
conversación –en esta ocasión incluyendo lo que debería haber dicho- durante horaso
incluso días después.
|
|