1. Cuando me invitan a participar en una reunión con otra gente, espero con ganas que
llegue el momento, y pienso que pueden llegar a ser mis amigos, en lugar de verlo como
una tarea, pensando que nunca valdrá la pena conocer a estas personas.
|
|
2. Cuando evalúo a un colaborador, me centro en los detalles de las áreas en las que es
preciso que mejore en lugar de en su rendimiento positivo general.
|
|
3. Creo que los diez próximos años serán mejores para mí que los últimos diez.
|
|
4. La posibilidad de trasladarme a vivir a una nueva ciudad la percibo como un paso
aterrador hacia lo desconocido.
|
|
5. Cuando algo pequeño pero inesperado y positivo me sucede por la mañana –por
ejemplo, mantener una extraordinaria conversación con un desconocido-, el estado de
ánimo positivo se desvanece en cuestión de minutos.
|
|
6. Cuando voy a una fiesta y me lo paso bien al principio, ese sentimiento positivo
tiende a durarme toda la velada.
|
|
7. Considero que los paisajes hermosos, como una magnífica puesta de sol, desaparecen
rápidamente y me aburro con facilidad.
|
|
8. Cuando me levanto por la mañana, pienso en una grata actividad que he planeado
hacer y ese pensamiento me pone de un buen humor que me dura todo el día.
|
|
9. Cuando voy a un museo o asisto a un concierto, los primeros minutos son realmente
agradables, pero esa sensación no dura.
|
|
10. A menudo tengo la impresión de que, en los días de más trabajo, puedo seguir
pasando de un asunto a otro sin cansarme.
|
|